sábado, 9 de junio de 2018

Investigación sobre los tatuajes


La investigación es la actividad de búsqueda que se caracteriza por ser reflexiva, sistemática y metódica; tiene por finalidad obtener conocimientos y solucionar problemas científicos, filosóficos o empírico-técnicos, y se desarrolla mediante un proceso.

La investigación científica es la búsqueda intencionada de conocimientos o de soluciones a problemas de carácter científico; el método científico indica el camino que se ha de transitar en esa indagación y las técnicas precisan la manera de recorrerlo.
La investigación nos ayuda a mejorar el estudio porque nos permite establecer contacto con la realidad a fin de que la conozcamos mejor. Constituye un estímulo para la actividad intelectual creadora. Ayuda a desarrollar una curiosidad creciente acerca de la solución de problemas, además, Contribuye al progreso de la lectura crítica.




LOS TATUAJES 





A lo largo de nuestra historia partimos desde un punto en el año 1991, se encontró en un glaciar a un hombre que estaba tatuado de su espalda y sus rodillas, la persona tatuada más antigua era la sacerdotisa egipcia, Amunet, diosa del amor y la fertilidad. Sus tatuajes eran simples que fueron diseñados con puntos y rayas.
Los primeros en grabarse motivos en la piel fueron los antiguos pobladores de polinesia, los hombres tenían la costumbre de tatuarse hasta tal punto de no tener un trozo de piel desnuda en su cuerpo es ahí donde se tiene la reputación de tatuajes más artísticos.
Existía un estilo de tatuaje tribal que identificaba el estatus de un individuo dentro de un grupo el cual hacia a la persona única, el ascenso en su rango social aumentaba dependiendo de la complejidad del tatuaje, pese que era un proceso doloroso que comenzaba a los 8 años y se renovaba durante toda la vida el nombre de este estilo era Moko Naori con el cual se suponía que podía atrapar energía cósmica. Se tatuaban de la cabeza a los pies,
En sus espirales tatuados pensaban los maoríes que podían atrapar la energía cósmica. Si el difunto no tenía tatuajes protectores la hechicera se comería los globos oculares, el alma quedaría ciega y no podría hallar el camino a la inmortalidad. Por eso, si alguien moría sin tatuaje, los maoríes tatuaban el cadáver.

Todas las personas debían estar tatuadas, ya que si morían sin ser tatuadas el alma quedaría ciega y no encontrarían el camino que los conduciría a la inmortalidad. Al no estar tatuados al morir, tatuaban el cadáver.
En las Islas Marquesas…
En los campos de exterminio de los nazis se tenía la costumbre de tatuar a los prisioneros con el doble significado de identificación y humillación, ya que para ellos era prohibido marcarse el cuerpo. Eran los propios deportados los que tatuaban a los prisioneros pero sólo a los protegidos los demás morían sin identificar.


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