sábado, 9 de junio de 2018

Educación Inclusiva





La educación inclusiva es un proceso de formación fundamentado en la idea de que en el ser humano existen singularidades en la forma de aprender que promueven la utilización de los recursos necesarios para cada individualidad y considera que cada persona tiene una historia de vida marcada por factores de naturaleza orgánica, social o cultural; e implica, al mismo tiempo, que todos en una determinada comunidad aprendamos juntos, independientemente de nuestras condiciones personales, sociales o culturales, incluidos quienes presentan una discapacidad.


La educación inclusiva (EI) trabaja en pro de la consecución de dos objetivos fundamentales: la defensa de la equidad y la calidad educativa para todos los alumnos, sin excepciones, la lucha contra la exclusión y la segregación en los procesos de enseñanza.



  • La inclusión es un proceso. Es decir, no se trata simplemente de una cuestión de fijación y logro de determinados objetivos y asunto terminado. En la práctica, la labor nunca finaliza. La inclusión debe considerarse como una búsqueda interminable de formas más adecuadas de responder a la diversidad.
  • La inclusión se centra en la identificación y eliminación de barreras. Supone la recopilación y evaluación de la información de fuentes muy diversas, con el objeto de planificar mejoras en las políticas y las prácticas inclusivas.
  • La inclusión es asistencia, participación y rendimiento de todos los alumnos. Se refiere al lugar donde los alumnos aprenden, a la calidad de las experiencias de los alumnos cuando se encuentran en la escuela y a los resultados escolares de los alumnos a lo largo del programa escolar.
  • La inclusión pone una atención especial en aquellos grupos de alumnos en peligro de ser marginados, excluidos o con riesgo de no alcanzar un rendimiento óptimo.






¿Por qué promover la Educación Inclusiva?


  • Desde lo educativo: La exigencia de que las escuelas inclusivas eduquen a todos los niños juntos conlleva que éstas tengan que concebir maneras de enseñar que respondan a las diferencias individuales y que, por consiguiente, sean beneficiosas para todos los niños. 
  • Desde lo social: las escuelas inclusivas pueden cambiar las mentalidades respecto de la diversidad, al educar a todos los niños juntos, y sentar así las bases de una sociedad justa y no discriminatoria. 
  • Desde lo económico: es menos costoso establecer y mantener escuelas en las que se enseña a todos los niños juntos que establecer un complejo sistema de distintos tipos de escuelas que se especialicen en diferentes grupos de niños.

Derechos Humanos

  • Todos los niños y niñas tienen derecho a aprender y a vivir juntos. 
  • Ninguno debe ser menospreciado o discriminado por causa de sus dificultades, de su discapacidad, raza, género, etc. 
  • No hay razones legítimas para separar a un niño o niña de su educación, deben estar juntos con ventajas y desventajas para aprender a vivir juntos en sociedad.

Calidad  Educativa

  • Investigaciones muestran que los niños son mejores académica y socialmente, cuando están en entornos inclusivos (Forest, 1984, 1987, citados Richler, 2008; la Educación inclusiva como política social; Porter, 2007; Moliner, 2008).
  • No hay enseñanza o cuidado en las escuelas segregadas que no se pueda dar en la escuela ordinaria (en este punto vale aclarar que el aprendizaje de la lengua de señas sí requiere que los niños, niñas y adolescentes sordos interactúen en sus etapas iniciales con usuarios naturales de esta lengua).
  • Con compromiso y apoyo, la educación inclusiva es la fuente más eficiente de recursos educativos.

Sentido Social

  • La segregación enseña a los niños a tener miedo, a ignorar y crear prejuicios.
  • Todos los niños necesitan una educación que los ayude a desarrollar vínculos de amistad y los prepara para una vida corriente.
  • Solamente la inclusión tiene la potencia de reducir los miedos y construir  amistad, respeto y comprensión.




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